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Conitos de Turrón de Miel

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  • Prep 20 min
  • Total 60 min
  • Ingredientes 6
  • Porciones 12
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Uno de los postres que más añoro de mi niñez son las milhojas rellenas con merengue que comía en San Salvador cada vez que visitaba a mi abuela en las vacaciones. Me las compraban en alguna pastelería de moda y siempre me deleitaba al probar las delgadas capas de crujiente hojaldre que se fundían con el delicioso merengue (al que ellos llaman turrón), blanco como la nieve, que era el relleno y que solo tenía un delicado sabor a vainilla. Siempre terminaba con la cara cubierta de dulce y azúcar en polvo, pero era uno de los momentos más felices de esos viajes. Ya como adulta alguna que otra vez doy rienda suelta a mis nostalgias gastronómicas y me preparo versiones fáciles y rápidas de las milhojas de mi niñez. Y encuentro que, si en vez de armar una torta de hojaldre y turrón, horneo la masa en moldes en forma de conito y los relleno con el merengue, obtengo los mismos sabores con la mitad del trabajo. Mejor aún si compro el hojaldre ya hecho en vez de prepararlo yo misma, como hacía antes. Esta vez pensé que sería una buena idea sustituir el azúcar del merengue con miel. Hice algunas pruebas y esta me encantó por su sencillez, la textura del merengue y el sabor, ligeramente dulce. Es como hacer un merengue suizo pero en vez de azúcar usé miel de abejas, seguí el mismo procedimiento y el merengue resultante fue perfecto. Cuando lo preparen se darán cuenta que con dos claras de huevo les saldrá una buena cantidad de merengue y quizás hasta les sobre un poco para usarlo en algún otro postre. Estos conitos son ideales para cualquier fiesta infantil o para tomar el té con amigas. Pueden tenerlos horneados hasta por tres días, siempre y cuando los guarden en latas herméticamente cerradas. Lo único que tienen que hacer a último minuto es rellenarlos y servirlos.
por Morena Cuadra
Actualizada Dec 14, 2015
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Ingredientes

  • 1 hoja de masa hojaldre cortada en tiras de 1 pulgada de ancho por 7 de largo
  • 1/3 taza de miel
  • 2 claras de huevo
  • Pizca de sal
  • 1/2 cucharadita de jugo de limón
  • Grageas de colores

Instrucciones

  • 1
    Compra la masa hojaldre en la sección refrigerada de cualquier supermercado.
  • 2
    Precalienta el horno a 350°F.
  • 3
    Corta la masa en tiras y enrolla cada una en conitos de metal. En este momento puedes rodarlos por azúcar, si lo deseas. Acomoda en una lata forrada con papel manteca o con un Silpat. Hornea por 25 minutos o hasta que estén doraditos. Retira del horno y enfría en rejillas. Con cuidado de no romperlos, quita los conos del metal.
  • 4
    Mientras tanto, combina la miel y las claras en el tazón de la batidora. Pon este sobre agua hirviendo, sin que toque el agua para que no se cocinen las claras. Mezcla con un batidor de alambre, solo hasta que la miel se ha derretido y se ha combinado bien con las claras, y al tocar la mezcla con la yema del dedo, esta se sienta tibia.
  • 5
    Retira el tazón del baño maría y ponlo en la batidora. Agrega la pizca de sal. Bate a velocidad medio-alta, y cuando el turrón se vea firme, incorpora el jugo de limón. Sigue batiendo hasta que el turrón esté bien liso y brillante.
  • 6
    Cuando los conitos estén fríos, pon el merengue en una manga de pastelería con una boquilla rizada. Rellena cada conito con turrón y decora con grageas de colores.
  • 7
    Repite con el resto de los conitos y sirve el mismo día que los hiciste, para que estén crocantes.

Consejos de expertos

  • consejo 1
    Puedes rellenar estos conitos con crema batida o con crema pastelera.

Información Nutricional

No hay información nutricional disponible para esta receta

Más acerca de esta receta

  • Uno de los postres que más añoro de mi niñez son las milhojas rellenas con merengue que comía en San Salvador cada vez que visitaba a mi abuela en las vacaciones. Me las compraban en alguna pastelería de moda y siempre me deleitaba al probar las delgadas capas de crujiente hojaldre que se fundían con el delicioso merengue (al que ellos llaman turrón), blanco como la nieve, que era el relleno y que solo tenía un delicado sabor a vainilla. Siempre terminaba con la cara cubierta de dulce y azúcar en polvo, pero era uno de los momentos más felices de esos viajes. Ya como adulta alguna que otra vez doy rienda suelta a mis nostalgias gastronómicas y me preparo versiones fáciles y rápidas de las milhojas de mi niñez. Y encuentro que, si en vez de armar una torta de hojaldre y turrón, horneo la masa en moldes en forma de conito y los relleno con el merengue, obtengo los mismos sabores con la mitad del trabajo. Mejor aún si compro el hojaldre ya hecho en vez de prepararlo yo misma, como hacía antes. Esta vez pensé que sería una buena idea sustituir el azúcar del merengue con miel. Hice algunas pruebas y esta me encantó por su sencillez, la textura del merengue y el sabor, ligeramente dulce. Es como hacer un merengue suizo pero en vez de azúcar usé miel de abejas, seguí el mismo procedimiento y el merengue resultante fue perfecto. Cuando lo preparen se darán cuenta que con dos claras de huevo les saldrá una buena cantidad de merengue y quizás hasta les sobre un poco para usarlo en algún otro postre. Estos conitos son ideales para cualquier fiesta infantil o para tomar el té con amigas. Pueden tenerlos horneados hasta por tres días, siempre y cuando los guarden en latas herméticamente cerradas. Lo único que tienen que hacer a último minuto es rellenarlos y servirlos.
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